Vanesa Martín o el agua que vino del Mediterráneo

Es malagueña, tiene veinte y tantos y su voz rezuma sinceridad y cercanía.

Ama la música y por eso dejó su ciudad para irse a la capital a buscar fortuna con su guitarra. Tocó en distintos locales y se integró en el circuito de cantautores tocando en salas como el Buho Real, un nido de nuevas promesas. Una de las iniciativas de este local fue el lanzamiento de un disco en el quepresentaba a algunos de los artistas que cada noche tocaban en él como Berna, Maluca, Pitingo o ella misma.

Entonces, EMI se fijó en ella y fruto de ese flechazo nació su primer disco, Agua, todo una declaración de propósitos de esta joven cantautora que defiende que “todos tenemos los mismos miedos e inquietudes, las mismas ilusiones y experiencias. […] Quiero contar lo que vivo, acercarme a todos los temas posibles, jugar con las palabras, dejar abiertas las canciones. Cerrar una canción es limitarla”. Doce gotas de agua mezcladas con flamenquito, pop, rock, soul, jazz (en fin, estas mezclas) para calmar nuestra sed de artistas distintos.