martes, 29 de julio de 2008

Pudrirse siendo inocente


Ha pasado en prisión trece años por un delito que nunca cometió. Esto, que parece la promo de un telefilme de esos que apelan al corazón, es lo que ha padecido un hombre de Cádiz. Si no se pudrió, su ánimo sí que se pochó dentro de la celda en la que se le encerró a pesar de su inocencia. Y aun dice que cree en la Justicia... Será el síndrome de Estocolmo.

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